En Ripleg contamos con la última tecnología en acabados superficiales, y la utilizamos con una visión holística para mejorar nuestra estructura interna y la de nuestros clientes.
Cuando hablamos de acabados superficiales nos referimos, especialmente en el sector industrial, a la última capa que da forma y sustancia al producto, pero que va más allá de un simple baño de pintura.
Esto es algo que muchas empresas y clientes no tienen en cuenta, ya que consideran que no afectará a la productividad. Y no es así. Un acabado superficial de calidad supone un seguro en el tiempo estimado de vida de infinidad de elementos industriales. Y ahora te vamos a contar por qué.
Acabados superficiales, un aliado invisible de la supervivencia
En el sector industrial es más que habitual el uso de una maquinaria o materia prima específica, relacionada en su mayoría con la metalurgia, para la fabricación o elaboración de ciertos productos o servicios.
Pues bien, los acabados superficiales no son más que tratamientos de refuerzo del material base de dicha maquinaria o producto, y que en muchos casos forman una capa protectora adicional. Como una segunda protección ligada a la pintura del artículo, para que nos entendamos.
Estas son algunas de las muchas ventajas de los acabados superficiales de Ripleg en:
- Protección contra la corrosión y el desgaste.
- Impermeabilidad y adherencia a las inclemencias climáticas.
- Suma años a la vida útil del producto.
- Reducción de daños físicos y fricciones externas e internas.
- Aumenta la funcionalidad del producto.
- Incremento de la conductividad eléctrica.
- Mejora del acabado estético y el diseño final.
Cabe destacar que existen varios tipos de tratamientos, y cada uno de ellos está destinado a un tipo producto específico, como veremos en el siguiente apartado.
Tipos de acabados superficiales
- Pintura en polvo o líquida
Estamos ante una de las opciones más utilizadas en el sector industrial, ya que ofrece una capa extra protectora que subyace sobre la parte estética. Indispensable si se quiere dar un uso prolongado del producto. Ahora bien, para que un tratamiento superficial garantice unas cotas de calidad, es necesario contar con la maquinaria adecuada.
Los robots de pintado industrial —como los que tenemos en Ripleg—, sumado a un pretratamiento con agua desmineralizada, son la vía óptima si se quiere conseguir un acabado superficial más resistente en el medio y largo plazo. Debemos cerciorarnos de que la empresa a la que acudimos cuenta con este tipo de herramientas.
- Cataforesis
Se trata de un método de pintado por inmersión adaptativa para partículas hacia su polo opuesto. Este tipo de tratamientos superficiales están destinados a aquellos productos que necesitan resistir la oxidación, como automóviles o mobiliario urbano.
- Anodizado
Los acabados superficiales vinculados al anodizado, como la oxidación por capas grisáceas y su refuerzo por coloraciones, son aquellos que se utilizan en el aluminio para mejorar su rendimiento y conseguir una vida útil mucho mayor.
- Zincado electrolítico
Tratamiento superficial basado en la electrólisis de piezas de acero con zinc para protegerlas de la corrosión. De especial importancia para aquellos elementos que vayan a estar en contacto continuado con el aire.
- Galvanizado
Normalmente existen dos tipos de galvanizado, caliente o frío, y suele aplicarse en metales de construcción para reforzar su superficie. Básicamente, se recubre el metal con zinc para galvanizar el acero. Las opciones más recomendables son por inmersión o exposición directa.
¿Tienes alguna duda con los acabados superficiales de tu ecosistema industrial? Ponte en contacto con nosotros y te ayudaremos en tu proyectos industriales de vanguardia.