El plegado de materiales o doblado de metales es uno de los trabajos de transformación de metal más frecuentes en el sector industrial. A pesar de ser un proceso tradicional, está sujeto a mejoras cada vez más avanzadas gracias a tecnologías innovadoras. Este proceso industrial se caracteriza, principalmente, por dar forma a las chapas sin recurrir a una separación de material y conseguir así piezas con estructura distinta a la original.

Este tipo de tratamiento de materiales se realiza mediante plegadoras que permiten formar piezas metálicas sin necesidad de cortarlas, separarlas o soldarlas. De esta manera, se lleva a cabo una transformación plástica para dar forma alrededor de un ángulo determinado a una pieza metálica. Muchas de las piezas que pasan por este proceso industrial las vemos presentes en nuestra vida cotidiana sin percibirlo, incorporadas a estanterías, taquillas o escritorios, entre otros.

Principales características de las plegadoras

Una plegadora es una máquina diseñada para el plegado de chapas y permite realizar varios tipos de plegado como el plegado a fondo y el plegado al aire. Son generalmente hidráulicas y mecánicas, y suelen utilizarse para el trabajo en frío. 

Durante el proceso de plegado, la plancha metálica se sitúa entre el punzón y la matriz de la máquina, plegándose poco a poco de acuerdo a la presión ejercida sobre ella. Es la fuerza de la presión la que define el plegado y da la forma final del metal. Por lo general, el objetivo principal es crear ángulos en las piezas para lograr obtener elementos que formen parte de algún mobiliario, dependiendo del material utilizado (acero dulce, aceros inoxidables, aluminio, cobre, etc.).

Debido a sus múltiples aplicaciones, versatilidad y facilidad de uso, la plegadora es considerada una herramienta indispensable dentro del mundo de la metalurgia ya que facilita la manufactura de numerosos objetos de ferretería, de juguetes, utensilios presentes en nuestros hogares, y hasta piezas para el sector automotor.

Tipos de plegadoras

En el momento de plantearse un proyecto que involucra el plegado de materiales, es importante conocer el tipo de maquinaria que tenemos a disposición para llevarlo a cabo que varía en función del tamaño de la chapa a trabajar. 

La versatilidad de estas máquinas varía ampliamente y algunas pueden procesar materiales de hasta 20 mm de espesor. Ciertas máquinas pueden medir hasta 18-20 metros de largo, lo que permite acomodar un gran número de matrices para realizar distintos plegados de forma consecutiva.

La elección del tipo de máquina varía según las necesidades de cada cliente, pero siempre deberemos tener en cuenta la aplicación, exactitud, repetitividad y capacidad de producción.

  • Plegadora manual

Es una máquina simple y de tamaño pequeño. Algunas de sus versiones incorporan, además del mecanismo de accionamiento hidráulico, sofisticados controladores control numérico computarizado (CNC)Esto hace que las opciones de plegadoras manuales varíen desde sencillas y livianas máquinas de mesa, hasta las que poseen contrapesos y una base que debe fijarse firmemente en el suelo.

Por lo general, el uso de las plegadoras manuales está limitado a láminas muy delgadas. Desde el calibre 20 hasta el 8 o 9, dependiendo del material y del modelo.

El uso de este tipo de máquinas es muy frecuente en el sector automotriz, sin embargo, tiene otras aplicaciones que abarcan la producción de cajas y paneles de distribución, fusibles y cajas de interruptores eléctricos y de transporte. 

  • Plegadora mecánica

Este tipo de plegadora introduce un volante de inercia, generalmente en la parte superior izquierda del armazón, que se encarga de producir la energía para poner en marcha el pisón. Un dispositivo mecánico conecta al volante de inercia con el pistón. Cuando está desacoplado, el volante acumula la inercia que, al acoplarse, permite el movimiento ascendente y descendente del pistón. Esta inercia almacenada es la que se utiliza para crear, en el fondo de la carrera, el tonelaje necesario para el proceso de plegado.

Aunque todavía se utilizan ampliamente, las plegadoras mecánicas basadas en el mecanismo de volante/embrague positivo suelen presentar un gran riesgo para el operador inexperto, ya que, si no se permite la carrera completa de la máquina, el pisón podría descender hacia la cama antes de que el mecanismo de embrague vuelva a acoplarse, atrapando las manos del operador, el utillaje o la lámina metálica. En este tipo de plegadoras, la instalación de guardas protectoras está ampliamente recomendada para evitar lesiones.

  • Plegadora hidra-mecánica

Con un diseño muy similar al de la mecánica, la plegadora hidra-mecánica presenta la diferencia de sustituir el volante por una bomba hidráulica. 

Las plegadoras hidra-mecánicas convierten la energía hidráulica en energía mecánica mediante un motor hidráulico conectado a un eje excéntrico.

La ventaja de las plegadoras hidra-mecánicas frente a las mecánicas es que no necesitan completar una carrera para alcanzar el tonelaje máximo, sino que este puede lograrse en cualquier punto de la carrera.

Por lo tanto, además de presentar una notable mejora en capacidad y funcionamiento con respecto a las mecánicas, las plegadoras hidra-mecánicas son también mucho más seguras. 

  • Plegadora hidráulica

Entre las plegadoras, la más moderna es la plegadora hidráulica que se diferencia de la hidra-mecánica por su bomba hidráulica y cilindros hidráulicos para impulsar el pisón.

Esto se refleja en una notable exactitud, velocidad y eficiencia que superan ampliamente la performance de los demás tipos de plegadoras, mencionados anteriormente.

Mientras las demás plegadoras operan solamente con el pisón en movimiento descendente, la hidráulica incorpora también el movimiento ascendente. Algunos prefieren este diseño porque minimiza los efectos de la pérdida de repetitividad del pisón, derivados del uso y normal desgaste de la máquina.

La gran mayoría de las plegadoras de chapas utilizadas hoy en día son plegadoras hidráulicas de movimiento descendente. Son accionadas por CNC o control numérico directo, que controlan un sistema de válvulas capaces de otorgar al pisón una gran exactitud en los ángulos de plegado.

En Ripleg, contamos con cinco plegadoras, dos de ellas robotizadas para obtener una mayor rapidez, productividad y rentabilidad. Gracias a esta robotización, podemos trabajar con precisión y calidad y realizar todo tipo de proyectos por complejos que sean.

Plegado al aire y el acuñado

Una de las características principales del plegado al aire es que la fuerza de plegado es relativamente pequeña. Por tanto, la plegadora no deberá ser de gran tonelaje, lo que abaratará el precio de esta. 

En este tipo de plegado, hay que tener muy en cuenta el retorno elástico del material para poder obtener una buena precisión en el plegado.

En cuanto al acuñado, es necesario una plegadora de gran tonelaje, de unas 5 a 8 veces más que una plegadora pensada para plegar al aire. Por eso, el coste de la plegadora será elevado. 

La precisión de plegado es muy buena, independientemente del retorno elástico. El utillaje debe ser acorde a las necesidades de este tipo de plegado.

Plegado de materiales en manos expertas

El plegado de materiales es un hecho bastante natural y habitual. En principio no parece que esta operación sea complicada ni difícil, no obstante, muchos operarios suelen encontrar problemas durante el proceso. 

Por ejemplo, problemas como que no se obtienen los perfiles deseados, que el perfil está fuera de las tolerancias dimensionales que se exigen, marcas en las piezas o roturas. La técnica de plegado de chapa requiere un equipo profesional con conocimientos expertos de las plegadoras.

Con nuestras plegadoras de última generación y nuestros profesionales especializados en plegado de materiales, ofrecemos una alta calidad, fiabilidad y competitividad tanto en la fabricación de series pequeñas como medianas o grandes.

En Ripleg podemos ayudarte, si tienes un proyecto en mente y estás buscando un partner, contáctanos. Para nosotros una idea es suficiente para ayudarte a conseguir el producto final que esperas.